Friday, April 20, 2007

Pata Post

Acabo de meter la pata en un blog que andaba husmeando ... que fastidio, con lo que me estaba gustando ...

En el pasado me llevaba pésimo con el tipo que lo escribe. En realidad el hombre no me soportaba ... si lo pienso bien ... no soportaba a nadie o por lo menos no durante mucho tiempo.

La dirección me la ha pasado un pelmazo del que se supone que no leo nada de lo que me envía.

Estaba posteando como anónimo y feliz de la vida ... pero como que ando haciendo 30 cosas a la vez, me he colado y he publicado con mi nombre.

Con un poco de suerte, ni se entera.

Si no hay suerte, llegará hasta aquí.

Wednesday, February 21, 2007

Post Returns

He vuelto.

Estaba ocupada.

Poco después de empezar este Blog, me fuí a Viena (Austria) a buscar al tal Archiduque. Él no tenía demasiado interés en conocer a una tía loca que lo acosaba por haber dejado de escribir su blog. Y me pareció perfectamente lógico, aunque importó tres pepinos lo que pensara de mi e insistí.

Nunca he sido fan de nadie. Bueno, sí, de Dolph Lundgren, pero no cuenta porque era muy cría. Después de eso, nada. Soy poco mitómana, esa es la verdad. Cuando veo a las niñitas gritando histéricas a la puerta de los conciertos, me causan una mezcla de pena y vergüenza ajena ... por Dios ... ¿sabrán sus padres la capacidad que tienen esas niñas de hacer el ridículo?.

Los autógrafos por otro lado me parecen una memez. ¿Para qué quiero yo la firma de nadie?. Si fuera en un cheque ... Qué tipo de relación se lleva a cabo a través de un autógrafo? Es una concesión de algún tipo de derecho sobre el artista? Es el contrato de compraventa que atestigua que ese cantante fué tuyo durante el tiempo en que tardó en garabatearlo? ... Y para qué querría yo presentarme delante de un desconocido y pedirle un estúpido tachón?. Lo encuentro absurdo.
En el caso de Archiduque, había una razón práctica para que yo decidiera someterlo a ese acoso. Había dejado de escribir. Me había dejado sin algo que me gustaba mucho y evidentemente, quería recuperarlo o mejor dicho, no quería quedarme sin ello. Y el hecho de conocer a la fuente directa de aquello que me gustaba parecía ofrecer cierta garantía de continuidad sobre el posible abastecimiento. Es como si Edvard Munch, le regalara pinceles y acuarelas a algún colega ...

Y así fué.

Llevamos 8 meses casados, por lo que tengo abastecimiento de sobra y eso me convierte en una mujer sumamente feliz.

Sunday, April 17, 2005

Wat do you post?


Aún a riesgo de parecer una maniática … (y qué más me da? si no conozco ni a la mitad de los que leen esto) … os diré que hay ciertas preguntas habituales, retóricas, llámense X, que al final del día me sacan de quicio (como todo lo que no entiendo). Me repatea la gente que se comporta en todo momento de modo previsible, estructurado, vacío… siendo seres humanos supuestamente inteligentes e imaginativos deberíamos poder relacionarnos con algo más de soltura. Y desde luego, guardar las formas es importante, la estructura social es importante, el orden jerárquico también lo es, la buena educación, es un gran invento y la prudencia otro, pero por Dios!! ¿Quién dijo que a cualquiera en cualquier momento se le pudiera preguntar

“QUÉ TAL” ??!!

Pero qué tal EL QUÉ!!!! Pensadlo por un momento. ¿Existe una pregunta más estúpida y ambigua que esta? ¿Y por qué la gente se obstina en usarla a todas horas? Y aunque la tratemos en un contexto general en plan “TODO”, en las presentaciones, por ejemplo “Hola qué tal …(todo)” es una auténtica encerrona porque ¿de verdad te crees que te lo voy a contar “todo” si acaban de presentarnos? Y en ese momento, sólo quedan dos opciones, la de “ Muy bien Gracias” cosa que puede no ser cierta pero no pienso contártelo … o bien la opción de “ Encantada de conocerte” que desde luego también puede no ser cierta y más si tenemos en cuenta que no tengo ni idea de quién eres y por lo tanto no se lo encantada que puedo llegar a estar por haber sido presentados … por lo menos no en este momento.

Ya tenemos un “¿Qué tal?” y un “Bien Gracias” y aquí es cuando la cosa se pone fea para algunos y tú te encuentras con tu copa en la mano, esperando paciente … muy paciente … a que el que tienes delante, a pesar de haberse metido en el mismo atolladero un sinfín de veces, de el siguiente paso … y ojo, a ver qué me vas a decir ahora!! Porque como se te ocurra mencionar algo relacionado con la temperatura ambiente o la cantidad de gente que hay en este local… verás lo rápido que me disculpo cortésmente por haber visto a alguna amiga a lo lejos (preferiblemente en la otra punta de la disco) y tengo que “dejarte un momento” para ir a verla … ¿qué importa si la chica en cuestión es absolutamente imaginaria y aprovecho que evidentemente no me está mirando para saludarla efusivamente con la mano, dedicarle una gran sonrisa y salir a su “desencuentro”? Vamos! No me digáis que no lo habéis hecho nunca! No es culpa mía … todo esto lo empezó el otro …
Estas asépticas introducciones son recomendables para situaciones de compromiso, trabajo y esas cosas porque entonces sí hay un guión y una estructura. Es decir, si quiero decirle a alguien que la única forma de pago que acepto es un HOY MISMO, para no parecer un buitre carroñero y despiadado es conveniente que me tome medio minuto para preguntar “qué tal” y así no dar la sensación de estar echando espuma por la boca … pero no cuando se supone que te estás relacionando con alguien de manera particular. Ahí no funciona.

A mi no se me ocurre preguntarle a nadie que tenga delante con una copa en la mano y al que me acaban de presentar que “qué tal” … me parece una falta de consideración, una descarada falta de interés y un gesto frío y cortante… tampoco es que uno se tenga que estrujar el cerebro buscando ser original … ¿de dónde eres?, ¿qué es eso que bebes?, ¿de que conoces a quien nos ha presentado? … qué se yo! Mil preguntas antes que el maldito “Hola qué tal” y es que todas ellas, por poco locuaz que sea el otro, conducen a un tema. El que tal … es un mal comienzo, una especie de callejón sin salida. Seguro que no soy la única que lo piensa pero no se si es porque todo el mundo intenta superar por afición el vacío que crea esa pregunta o qué, pero no paran de soltarla.
Y al teléfono … lo mismo. Frase odiosa para empezar una conversación de esas que no tienen un motivo concreto a parte de saludar a la otra persona…
¿QUÉ HACES?

Pues lo que hago si me llamas por teléfono y descuelgo y te contesto, es más que evidente … HABLO CONTIGO!! Eso es lo que hago! Y además, me parece de mal gusto interrumpir a alguien en cualquier momento, para preguntarle eso … porque … ¿y si me has pillado depilándome las piernas a la cera? … ¿de verdad esperas que te cuente que me has interrumpido a la mitad de la pierna izquierda? ¿Qué se supone que te contesto? Ah, ya se … es el mismo jueguecito de antes … “ No, nada…” (y … entonces … venganza … ) “ Y tú qué tal?” .

Luego está ese novio que pretende ser encantador y que cuando llegas a casa te pregunta tiernamente …

¿QUÉ TAL EL TRABAJO?

Ufff … esa es otra … porque mira bonito, en realidad no entenderías ni una palabra sobre eso y comprendo que podría matarte de aburrimiento si intentara explicártelo, así que todo lo que he estado haciendo durante las ocho últimas horas, pues sería tremendamente largo de contar y yo… te agradezco mucho el interés pero es que estoy cansada y … OK, vale, me rindo … “ Pues Bien Gracias” … (Otra vez en el mismo punto en medio del más absoluto y cotidiano autismo ) Qué amable …
Y no es que me haya propuesto darle la razón continuamente al género masculino en todos mis post … se trata de pura casualidad, en serio, pero si hay una pregunta típicamente maldita entre ELLOS que ilustra a la perfección lo que intento explicar y no me extraña nada que se hayan escrito tantos chistes sobre ella, es esa de ...

¿EN QUÉ PIENSAS?

Pues a veces estoy pensando en tantas cosas a la vez que no soy capaz de elegir una sola para contarla y a veces se que no estoy pensando en lo que los demás esperan que piense y si no quiero que se molesten, prefiero no contarlo y a veces, si estoy pensando en algo privado, me parece una pregunta entrometida y es que si quisiera que los demás se enteraran, lo estaría diciendo y no pensando, y otras veces… otras veces, lo que pienso, no lo se ni yo … pero el caso es que esa pregunta también tiene la consecuente respuesta de rigor que suele ser “en nada”. Creo que como ejemplo, sirve.
Charla insulsa, pérdida de energía, palabras que no conducen a nada … más nos valdría ladrar como perros y así conservaríamos el mismo y escaso nivel de comunicación, pero sin perder tanto el tiempo.

Post Gesture


Una mesa, veinte personas inmersas sin percatarse en la pesada digestión de manjares y alcoholes que se mezclan a su vez con las polémicas discusiones de turno. Todos ellos blandiendo sus tenedores en defensa de su verdad personal sobre cualquier tema, disparando a discreción todo tipo de razones. Y allí me encuentro, parapetada tras mi sonrisa de sábado, protegiendo mi retaguardia a base de sarcasmo, levantando barricadas con el muy práctico cinismo que nunca me falló en estos casos y defendiendo la posición de no querer tomar partido ni por lo que me digas tú, ni por lo que me diga el otro. Escucharé y sonreiré a ambos bandos, mientras se que por mucho que lo esperen, no me verán desenvainar la espada ni por unos ni por otros.Y es que los años y las cenas ya luchadas en la vida, me dicen que mañana nos encontraremos todos en la posguerra de la resaca y el único bando que pienso haber defendido entonces, es el mío. Salir de este tipo de encarnizadas batallas sin acabar despertándote al lado de un estandarte que no era el que blandías durante el aperitivo … es un error de postura demasiado fácil de cometer. Saber callar mientras hablas, es un arte en la guerra.

Personalmente prefiero los duelos a las guerras de mesa larga. Son mucho más íntimos… si quieres batallar por una tendencia política o por lo que sea, encontrémonos al atardecer. Dos personas frente a frente, eligen las armas y esperan a ver cuál de los dos cae batido por el más afilado argumento. Sin público.

Durante la cena, mientras se arman las bombas de trago corto y los viejos generales amartillan sus puros ante la caída del postre… en ese momento en el que tras detener varias embestidas te encuentras a un palmo escaso de la mesa, la zona de combate … las piernas cruzadas, la espalda y el codo sobre el respaldo de la silla, la mano girando el vaso que alguien te llenó con el arsenal etílico de los próximos diez minutos … justo a esa hora en la que el ruido de disparos y cañonazos se atenúa gracias a la tregua de cocinas, que durará lo que tarden en servir el café … justo entonces, te permites mirar a todos los demás soldados de soslayo … Alguno ves malherido y furioso, lanzando aspavientos, rezagado en una disputa que aún colea, por no aceptar ni la tregua … A otros, les ves a medio vencer por haber hecho mala distribución del armamento líquido. Los ojos rojos …. Uno que bosteza y mira el reloj … amigo, creo que se acerca tu momento de batirte en retirada …

Wednesday, March 30, 2005

Post Sport

Llegó la primavera y con ella el cierre de la temporada de Ski. Es hora de ablandar las botas nuevas de Trekking y la mochila, de darle más uso al bañador, de engrasar la cadena de la mountain bike y tensarle los frenos y hablando de tensar, un cambio de cuerdas a la raqueta de tenis no le iría mal, aunque eso no vaya a mejorar mi saque, juraría que tenía un par de cajas de pelotas sin estrenar. Llegó el momento de andar por la montaña y agradecerle a tu sistema que no te de problemas con las alergias. Y es que si fuera alérgica al polvo lo hubiera sabido de inmediato al sacar los palos de golf del trastero … ¿dónde narices guardaría el guante? Cada año lo mismo …
Llegan la primavera y los planes en el contestador … ¿con quién irás este fin de semana? Sale el sol, la gente se anima y empuña el teléfono… Lógico, ha sido un invierno muy duro.

Será la astenia primaveral o será que me aburro de hacer siempre lo mismo … pero no me apetece nada de lo que me proponen. Así que escucho mis mensajes y me dedico a tirar bolas por el pasillo con un palo del 5 y mientras cuelo alguna pelotita por debajo del sofá, pienso que debo cambiar de aires.
Durante el invierno, he pasado varias veces por delante de las cuadras de esa nueva casa rural que inauguraron … quizás sea hora de reconciliarme con los caballos. Hace mucho que no me acerco a ninguno. Además mantengo una relación bastante extraña con esos animales. Son muy bonitos pero cada vez que se me pone uno al lado, acabo recibiendo algún cabezazo. Siempre lo mismo “Te busca para que le acaricies” Estoy harta de oír eso ¿pero no se supone que son animales inteligentes y muy intuitivos? Pues deberían saber que no tengo la menor intención de hacer tal cosa. No me apetece ponerme cariñosa con un animal que me puede pegar un bocado (porque sí muerden) y ya no hablemos de un pisotón. Ahora me estoy acordando de un amigo que tiene un caballo (que aún no ha conseguido hacerme montar). Se pasó dos meses a puñetazo limpio con él. No soporto que se maltrate a los animales (aunque tampoco soporto que se maltrate a mis amigos) pero creo que esos dos, después de varias consultas al veterinario que no sirvieron para nada, habían llegado a entenderse así. El caballo le mordía y él le daba un puñetazo … insultos, revolcones y palmadas en el lomo … ahora, cuando mi amigo aparece por las cuadras, el caballo se vuelve loco de contento. No acabo de entender la idiosincrasia de esos animales.
Que la gente busca entrar en contacto con la naturaleza y relacionarse a través de los deportes, es evidente. Salir en grupo y “hacer cosas juntos”. La sana competitividad entre amigos … decidir donde comer al salir del club … pero llega un momento en el que te planteas que eso no sea una obligación auto impuesta. A veces es estresante tener que planear todas esas actividades. ¿Y si este próximo fin de semana simplemente no quiero hacer nada? ¿Sería realmente desaprovechar el tiempo? ¿Y si quiero ir a hacer nada a otra parte? ¿Y si no me apetece más que pasear por una calle? ¿Es tan absolutamente necesario “hacer algo” en todo momento? ¿qué pasaría si después de colar esta próxima bola en el portalápices que he dejado en el suelo, llamo a mis amigos y les digo que este próximo fin de semana quiero ir a hacer nada? ¿qué me dirían? … ¿Y por qué se me está pasando ahora por la cabeza esa película con Donald Sutherland que trataba de la invasión del planeta por unos extraterrestres que nacían de unas plantas?… Me imagino a alguno de mis amigos señalándome con el dedo y gritando para advertir a los demás de la existencia de un ser extraño ….
Y es que eso de no hacer nada, debe estar mal visto. Porque yo misma me preocupo cuando veo que alguno se queda en casa encerrado el fin de semana y me dice que no va a salir. Automáticamente le pregunto si todo marcha bien. Pienso que debe encontrarse mal, que ha discutido con alguno del grupo o algo parecido e inmediatamente le ofrezco planes alternativos como si me hubiera dado un imparable ataque de hipo … pues podrías venir a hacer esto, o lo otro, vendrán estos y los otros … Como si nuestras vidas se desarrollaran a modo de programa informático y el no tener un plan de actividades para el tiempo libre, significara un fallo en el sistema … (Y ahora Donald Sutherland se esfuma y aparece Laurence Fishburne con un estupendo abrigo de cuero) … Vivo en MatriX ?! … Morfeo me habla desde el impoluto espacio en blanco del programa de carga … “Matrix nos rodea, está por todas partes. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultar la verdad. No se puede explicar lo que es Matrix, has de verla con tus propios ojos” … y sigue … “Matrix es control. Control de los humanos para convertirlos en esto” … ahora sostiene en sus manos mi tarjeta de cliente de la tienda de deportes … Estoy viendo la luz …

Posssst


Una vez leí por ahí que las mujeres emitimos unas 20.000 señales comunicativas al día entre palabras, gestos, expresiones faciales y movimientos corporales, mientras que un hombre se siente satisfecho emitiendo apenas 7.000. Y yo me considero una persona bastante comunicativa (de hecho, tengo un Blog …), pero creo que el motivo por el que mi agenda de teléfonos está dominada mayoritariamente por nombres masculinos, se debe principalmente a esa diferencia.

Para las mujeres, hablar es una necesidad básica y urgente y para ellos, simplemente, no. Y creo que es una cualidad agradable. Puedes estar sentada durante horas al lado de un hombre sin necesidad de tener que decir nada (excepto GOL!!). No intentéis hacerlo cuando haya alguna amiga cerca porque seguramente, se sentirá obligada a preguntar “Oye, ¿te pasa algo?” y cuando le digas que no, ella no lo creerá y decidirá que debe darte conversación porque tú estás callada y eso sólo puede significar que algo no marcha bien. Para una mujer, la falta de comunicación directa e inmediata es tan exasperante que puede incluso llegar a pensar que tu silencio es una señal evidente de enfado. Y se ofenden, (perdón, corrijo) las mujeres nos ofendemos cuando no nos hablan.
No importa lo agotadas que estén mis congéneres, ellas siempre están dispuestas a hablar … Estando en una piscina, cuando sales del agua jadeando y te dejas caer en la toalla, ellas siempre tienen algo que contar … renunciando estoicamente a cerrar los ojos y descansar … simplemente descansar … respirar, dejar que el sol te caliente … “Deberías volver a ponerte crema si te quedas aquí ¿qué factor de protección dices que usas? Te vas a pelar entera …Tengo una mascarilla para el pelo que es una pasada, tienes que probarla … oye … que te estoy hablando!! …”
Pasa cinco horas andando … lleva a una amiga a lo alto de una colina, pon el paisaje más sobrecogedor a sus pies y ella … ella nunca se quedará sin palabras y recordará cada viaje, cada experiencia, cada persona que participó y lo que llevaban puesto, lo que dijeron y lo que comieron … un amigo, en cambio, se sentará a tu lado en el suelo y te acercará una cerveza, como mucho te dirá, “vaya vista, eh?” y si sonríes y asientes con la cabeza, ya no necesitará más.
Somos biológicamente distintos. Un hombre tiene más desarrolladas ciertas áreas, como la de la percepción espacial mientras las mujeres parece ser que tenemos más conexiones entre los hemisferios cerebrales y por eso estamos dotadas de mayor habilidad para el uso del lenguaje. También es conocida por todos la teoría acerca de que nuestra conducta actual procede de pautas de comportamiento prehistóricas (de cuando ellos cazaban y ellas se quedaban a cargo de la prole y el campamento).
Y también biológicamente, se habla de una mayor cantidad de oxitocina en las mujeres (la hormona contra la angustia) lo que explicaría por qué las mujeres que me quieren, intentan hacerme llorar y hablar cuando estoy angustiada por algo y no me apetece hacer ninguna de las dos cosas. Ninguna de mis amigas entiende que ante un problema grave, sólo quiera estar de morros. Si me acurruco en una nube gris de resentimiento acumulado y no quiero hablar, las pongo frenéticas … no les interesa lo más mínimo que les cuente que tengo la solución o que ésta no existe, ellas quieren que me desahogue, que de detalles sobre lo que siento, quieren solidarizarse …
Con un hombre, en cambio, hablar de un problema es mucho más fácil. Un amigo que sepa que te ocurre algo malo, tenderá a buscar la solución y una vez se haya planteado el siguiente paso que has de dar y si puede ayudarte o no, seguramente te contará un chiste verde. Y ahí se habrá acabado todo. Si quieres estar de morros, te lo permitirá. Se quedará a tu lado, pondrá tu cabeza sobre sus piernas, te enredará el cabello y no te incomodará con preguntas acerca de tus sentimientos ni sobre el porqué de las cosas que no tienen explicación…
Nunca me llevaría a mis amigos a tomar café a un centro comercial porque me aburriría, para eso están ellas, pero admito que a veces, esa parquedad en un hombre, es un espacio muy cómodo en el que se puede disfrutar de algo tan valioso como el silencio.

Sunday, March 27, 2005

Film Post

No hace mucho, vi la película “ Birth ” (Reencarnación). Debo confesar que el argumento me resultó atractivo por lo de original. Una mujer, Anna, (Nicole Kidman) que se encuentra con su difunto marido reencarnado en un niño de 10 años … La cosa prometía como mínimo, salir un poco de lo que ya se ha visto demasiadas veces acerca de este tema. Y es que parece que hasta la fecha, no se había sabido representar sin incluir algún personajillo calvo ataviado con la pertinente túnica roja y naranja butano, que desde las laderas del Tibet se dedica a buscar en plan cásting místico al niño de turno que suponga la reencarnación del Gran Lama … bla bla bla … ya vale de broma con las culturas ancestrales, please.

La película en cuestión empieza con la imagen del aún futuro difunto corriendo por el parque nevado y desplomándose al suelo al entrar en un túnel (eso ya me decepcionó un poco por lo obvio aunque socorrido de la imagen … el túnel, la muerte … ese concepto está demasiado desgastado para mi gusto).

Aún así le das un voto de confianza a una historia que trata de un niño que se presenta en una casa en plena cena familiar y que a la pregunta de “¿qué quieres?” le responde a la Kidman “ a ti ” .

Las escenas se suceden sin un buen hilo argumental y los diálogos rematan el desastre. Si se trataba de la veracidad de la historia del niño, las averiguaciones que se van mostrando son inconexas y poco inteligentes y eso cuando no castigan con larguísimas pausas sin diálogo para una película excesivamente recargada de exteriores fríos y oscuros, toques instrumentales de “ bum bum ” barato y una imagen cargante por lo barroco de unos decorados que sobraban. Esos fondos mostaza para interminables primeros planos … el papel pintado de las paredes del dormitorio con estampado de cañas de bambú, la Kidman iluminada como si se hubiera tragado el fluorescente de la cocina y el niño que va hacia ella … penoso. Ni los de atrezzo se salvan … el vestuario es pésimo y es que si son capaces de mostrar semejante traje de boda como el que sale al final de la película (la mujer parece un perro de orejas grandes), no merecen perdón.

Teniendo en cuenta los papeles, Anna la viuda, su prometido Joseph, Sean, el niño que dice ser el difunto marido y las familias de ambos y hasta los ex cuñados de ella … se dejan tantos aspectos pendientes que se podría hacer otra película con todo lo que se ha pasado por alto erróneamente. Los padres del niño, por ejemplo, son presentados como muñecos de paja y con el número de escenas y referencias que se les concede, no deja de ser increíble que se hayan trabajado tan poco sus personajes. Porque una cosa es que se hubiera decidido robarles protagonismo en pro de los papeles principales pero es que están ahí desde el principio con minutos de película en los que no aportan nada, ni siquiera un obligado toque de desconcierto.

Y sobre Nicole Kidman … si vuelvo a ver un primer plano sostenido de esta mujer abriendo la boca en plan “es que no me lo puedo tragar”, dejo de ver sus pelis. Tendría que negarse a eso, por lo de no encasillarla en actitud de perpetuo momento sobrecogedor …

¿Cosas buenas de la película? Alguna. Por ejemplo una escena del niño entrando en el aula de su escuela y un cartel de bienvenida colgado en la puerta que reza “ Considerer Yourself ” no se, a mi me pareció chistoso tratándose de un crío que dice ser la reencarnación de alguien.

City Post

Algún día escribiré algo acerca de mi ciudad, Barcelona, pero no me es posible dedicarle a ese tema menos de tres folios y un ataque de melancolía que puedo llegar a arrastrar durante días y que por cierto, resulta bastante molesto. Sufro una auténtica adicción a mi ciudad materna … nos unen lazos umbilicales que ni quiero ni puedo cortar. Pero eso, será para otro post.

Cuando se ha crecido en un lugar con tanta personalidad, resulta difícil adaptarse a cualquier otro … aunque si hay algo de Europa que es capaz de consolarme en algunos momentos es que en ciertas ciudades se puede encontrar una calle o una plaza que te recuerda en algo a otra que haya en Barcelona. Más que la arquitectura, encontrar un retazo de la luz, el ambiente o algo relativo a cierto espíritu común … es una auténtica bendición cuando estás lejos de casa.

Eso me ha pasado en el casco antiguo de Düsseldorf y en sus clubs de Jazz y también en Graz. La primera vez llegué allí con los pies encima del tablier del coche y medio dormida, así que cuando empecé a ver todos esos brazos en posición de “chócala” que salían de un muro de la carretera que se desvía hacia el centro de la ciudad, me dije que tanto apfelsaft, había acabado por hacerme daño. Lo cierto es que me parecieron algo tétricos, por eso de relacionarlos con esa costumbre escabrosa que tenemos los españoles de hacer ofrendas y promesas a ciertos Santos. Aparatos ortopédicos, mechones de pelo, trajes de novia, brazos y piernas de cera … tenemos capillas llenas de esos fervorosos artilugios de aire “sacro-gore”. Así somos también los catalanes que tenemos el monasterio de Montserrat repleto de estos trastos. Despertarse con esos pensamientos … no es recomendable.

Lo de los brazos, fue antes de ver su “casa del arte” (el museo de arte contemporáneo), que ellos describen como “burbuja”. A mi me pareció una medusa boca abajo con las patitas amputadas … claro que eso debe ser porque yo crecí con los pies a remojo por el Mediterráneo y ellos son gente de río … (el Mur).

Unos 250.000 habitantes … se diría que es un pueblecito mono y nada más, una especie de pastel de tejados rojizos con una guinda encima que sería la torre Schlossberg… pero si tenemos en cuenta que tiene una población universitaria de 60.000 habitantes … la proporción hace que la cosa cambie. Cambia de día y cambia de noche.

Graz es románica, gótica, renacentista, barroca … pero sobre todo es vanguardista y ese elemento, es un punto de comunidad con Barcelona. Lugar, por el que los (cómo me dijeron que era? … ) estirios … sienten mucha curiosidad y por el que no paran de preguntar si no han ido y si, por el contrario ya lo conocen, se muestran tremendamente efusivos … (lógicamente).

Los artistas allí te hablan del 2003, año en el que la ciudad fue nombrada “Capital de la cultura europea” por la UE. Me contaban que hasta en los taxis se habían instalado monitores donde se presentaban obras de diferentes artistas y que las estaciones, el aeropuerto y las carreteras (de ahí lo de las manos) ofrecían espacios para los proyectos artísticos. Festivales de arte moderno, de Jazz, de música clásica, de cuentacuentos … la Diagonale, que es un festival anual de cine … Por lo visto se lo tomaron bastante en serio …

Así que cuando en una de las terrazas de la Hauptplatz me preguntaron por Salamanca… Lo único que sabía (y por eso se me escapó la risa en cuanto el primero de mis contertulios la nombró) era que también había sido capital cultural … y evidentemente, querían saber qué quedó de las infraestructuras que allí se habían preparado y qué artistas habían intervenido y después de escuchar todas sus amables y entusiastas preguntas, ya que se suponía que trataban con una informadora de primera … me limité a responder que no tenía ni la menor idea del tema, (sí, lo se, cada día doy gracias por mi total falta de vergüenza en estos casos aunque realmente no me creo en la obligación de tener que saberlo todo y pienso que admitir desconocimiento, no es lo mismo que admitir estupidez y ayuda a aprender muchas cosas) así que como alternativa, hablamos del precario sistema de difusión con el que el arte cuenta en España. Y es que si hubiera ofrecido pagar 100€ por cada español que pudieran encontrar capaz de responder a esas preguntas, estoy plenamente convencida de que no hubiera perdido ni un céntimo. Y ahí es cuando toca reconocer que vives en un país en el que la mejor programación de temas científicos y culturales, se emite por televisión a partir de las 2:00hh de la madrugada …

Quizás Graz sea simplemente una pequeña ciudad de alma vanguardista, pero yo la encuentro encantadora. Casi tanto como a la gente que conozco allí … (Nos vemos pronto).


Friendly Post

Ayer estaba yo de visita en casa de un artista. Quedamos en que escribiría sobre él y que le enviaría lo que escribiera … ¿pero por qué me dejé atrapar en eso? …. Le dije que hablaría sobre su casa y sobre las manzanas y las caras y las enigmáticas hileras de gente que guarda cola en sus pinturas al óleo.

Escribir sobre un artista es como escribir sobre los hijos de alguien. Siempre es un tema delicado. Él ya sabe que no me gustan la mayoría de las esculturas que vi en su estudio… eso es fácil decírselo, pero contárselo a otros … y es que no me gusta cuando ese hombre intenta retratar aquello que no comparte de la vida, me gusta sólo cuando se funde con ella y se integra como una pieza más en su extensión. Me gusta su estricta y concreta forma de ser abstracto. Me gusta entender todo lo que hace cuando no sucumbe al academicismo ante el que se reveló en su día. Me gusta el desparpajo y la rebelión, me gusta el toque de bohemio descarado y añejo con el que vive su vida, me gusta que esté enfadado con los hombres y que tenga una imagen tan global y cercana del cosmos, que se sienta tan grande como para mirarlo de frente y tan pequeño como para revelarse ante casi todos sus colegas de profesión. Me gusta su gorrito de lana roja y sólo me gusta cuando habla su idioma natal porque las otras lenguas, las habla con un acento falso y precocinado.

Amigo, esas columnas tuyas son gaudinianas y te lo demuestro cuando quieras, y que unos catalanes te arrebataran la dirección del centro de arte contemporáneo, no significa que tus sueños de formas, no hablen de un modernismo del que he mamado desde que empecé a andar. A mi no me lo cuentes, a mi píntamelo, o escúlpemelo pero no me lo razones desde el agravio, porque no podrás convencerme de que lo que veo, no es lo que ya conozco. Y a esos niveles, sólo te hablaré de fútbol pero no de arte, no seas crío.

Cuando caminaba por tu jardín me decías que con tanto viento, era como si no hubiera bajado de la moto y yo te dije que incluso podríamos tragarnos todavía algún mosquito… y sí, ¿a quién no se le ha metido alguna vez un bicho en el ojo?. Te encuentras en un segundo manoteando histéricamente para sacarlo en un acto reflejo con tintes nerviosos como si esa cosa diminuta pudiera acarrearte un gran problema y olvidando que puedes matarlo de un simple parpadeo … como tú cuando te diste cuenta de que la espina del pez al que me refería yo, no era esa escultura que a ti te gusta si no a 5 cm2. que pintaste sin poner atención (olvidaste que te dije quien era yo)… ¿acaso no te define mucho más aquello que simplemente surge espontáneamente? Ahí te vi algo azorado … Tendrías que haberte visto… “lo hice sin pensar, ya ni me acuerdo de esos cinco minutos” ¿es lo mejor que se te ocurrió decirme?… está bien, pero me los dejaste ahí delante y yo los encontré ¿qué quieres que te diga? Si me metí en tu ojo, no me lo tengas en cuenta. ¿Cómo escribir algo de alguien que me toma tan en serio? Si sólo soy un mosquito!! Y si querías saber de que clase, deberías preguntármelo en vez de andar imaginándolo … es tan fácil como eso. Ahora déjame, que tengo que escribir sobre alguien que no sabe parpadear.

Post Reaction

Hay personas que reaccionan de forma curiosa cuando se les tacha de cobardes o se les llama “gallinas”. Entran en cólera, sienten la necesidad inmediata de demostrar que no son aquello de lo que se les acusa. Es la defensa automática de un valor que sobre todo ellos mismos necesitan para seguir adelante.

Por otro lado, hay personas que ante las lágrimas de otro, se ablandan y pierden toda la determinación. Acceden a casi cualquier cosa con tal de aliviar un llanto. (Que se lo digan a las madres de todo el mundo … o a los maridos de muchas mujeres).

Luego están aquellas personas que no pueden soportar que su sinceridad se ponga en duda ni lo más mínimo. Que ante cualquier atisbo de sospecha de que esto ocurre, argumentan y defienden la veracidad y honestidad de sus palabras, con gran vehemencia. Incluso llegando también a desencadenar estados de ira …

También se me ocurre pensar en aquellas personas capaces de actuaciones de todo tipo a cambio de afecto. Desde los humanos a los animales … cambian de actitud cuando pretenden ser queridos y bueno, hablar de la etapa de la adolescencia es hablar de la necesidad de aceptación y para conseguirlo, los jóvenes son capaces de desplegar actitudes de lo más variadas …

Y luego hay personas (hablo en plural pero me refiero a mi en concreto porque no conozco a nadie más con este problema) a las que les pierde que les digan la maldita frase de “te necesito”. Es una debilidad odiosa. Ni siquiera es útil como defensa de un valor. ¿De qué valor estaríamos hablando? Del de ser necesitado? El de ser útil a alguien, entonces? Del valor de la caridad o la solidaridad?

La última vez que alguien me lo dijo, me temblaron las piernas. Y es que a veces, el conocerse bien a uno mismo, no es suficiente para escapar de errores. Siempre quedan esas pequeñas astillas que por más que insistes en pulir persisten, a pesar de los años y de la experiencia. Por muy inteligente que seas, por mucho camino que lleves recorrido, siempre habrá algo de ti mismo que te conduzca inexorablemente a meterte en problemas o a relacionarte con gente poco recomendable. Sobre todo si estos aciertan a darle justo al botón interior que todo lo desencadena. Cobarde, mentiroso, popular … o una simple frase tipo “si en la historia de tu vida alguien realmente te ha necesitado, ese soy yo”. Y chasss! Todo tu sentido común se va al traste llevándose el autocontrol por delante y es que no lo puedes evitar aunque lo sabes, sabes que te estás metiendo en un lío … toda la maquinaria interior relacionada con la autoproyección de la propia personalidad, se pone en marcha de forma imparable …

Lo bueno que tiene esto, es que … tanto en el caso de los que no soportan ver las lágrimas de otro o son incapaces de ignorar un “te necesito” … al final, y por muy inconveniente que nos pueda resultar esa debilidad, siempre nos queda el consuelo de que “fue por una buena causa” por no saber cruzar los brazos ante alguien que sufre, está solo o perdido … porque sentir que una historia te conmueve, te hace creer que a pesar de todo sigues siendo humano.

Sunday, March 13, 2005

Female Post

En algún momento … la historia cambió para convertirse en una gran trampa que las mujeres urdimos contra nosotras mismas. Quizás sea sólo un paso intermedio y necesario para pasar a un nuevo estado. De todos modos, a las de mi generación no nos dejaron el parket bien pulido y nos estamos encargando de rematarlo a taconazo limpio.

Bien está que se deba renunciar a ciertas cosas en pro de otras pero ahora, con esta total ambigüedad de roles que acarreamos, ni nosotras ni ellos sabemos por donde navegamos.

La independencia, la emancipación, la liberación … pagamos el precio para conseguirlas (curioso que todas esas palabras sean de género femenino) y sufrimos las consecuencias de mantenerlas …

El día, queridas, sólo tiene 24 horas y no podemos ser todo aquello que esperamos de nosotras mismas. Somos madres viejas, esposas histéricas, trabajadoras en desventaja, entre nosotras nos llevamos tan mal como siempre y con ellos, aún peor …

Hemos perdido la partida de la década … y aún las hay que piensan que estamos “avanzando” … de eso nada. Cuando es a costa de niños que crecen solos o dentro del seno de un hogar desestructurado … que no saben estar en familia y comen solos delante del televisor … no es un avance, es una masacre.

Buscamos a nuestras parejas ¿para qué? Si cuando las tengamos no vamos a saber que hacer con ellas!. Somos mujeres intolerantes, superficiales, gritonas, depresivas, neuróticas y acomplejadas … El matrimonio nos asfixia … no pienso tolerar esto, no pienso tolerar lo otro, no estoy dispuesta a ceder por tal cosa … A lo mejor, seguimos pensando que tenemos que educar a los hombres del futuro (porque los del presente no nos entienden) para que el camino se allane, pero en cualquier caso, hemos dejado esa labor en manos de profesores de la escuela primaria, como si durante los estudios de magisterio, les dieran la clave para resolver el tema de la igualdad de sexos …

Socialmente, nos hemos convertido en sujetos castrados y utilizados. Somos votantes y poco más . Esa es nuestra generación … y no, no exagero. Porque cuando la mayoría de las mujeres no pueden decidir el momento de su maternidad en base a lo preparadas que estén o a las ganas que tengan, es que están castradas. Cuando para una mujer el dejar de trabajar para atender a su familia se ha convertido en un lujo y no en un derecho porque ella es el 2º sueldo a computar dentro de cualquier hogar que pretenda serlo a través de una hipoteca, es que está siendo utilizada.

Los malos tratos, la anorexia y el divorcio, son tres ejemplos de lo que ha fomentado nuestro planteamiento feminista y social. Algo estamos enfocando mal, si hemos perdido por el camino derechos tan fundamentales como los que se nos concede por natura.

Yo NO soy igual que un hombre … ¿pero qué tontería es esa? … ¿por qué hay mujeres que se obstinan en demostrar que son capaces de acarrear sacos de 70 kilos mejor que cualquier hombre si no es cierto? ¿Es que no tenemos nada más importante que conseguir?. Pues mira bonita … sí, tú, la del mono azul … dentro de un año o dos, aunque seas demasiado vieja, habrás ahorrado lo suficiente como para tener un hijo … y ya me dirás cómo te las apañas con el convenio que tienes para cargar los sacos y el bombo al mismo tiempo … y aunque resolvamos ese asunto satisfactoriamente, dime tú para que querías al niño si lo vas a tener que dejar en una guardería a los tres meses de tenerlo para volver a cargar esos sacos que después del embarazo … parece que pesan mucho más que antes, eh?, Sí mujer, gracias por luchar por la maldita igualdad … nos has sido de gran ayuda al resto.

Y por último, comparemos a las mujeres del tercer mundo con nosotras … resultado? Somos un atajo de perdedoras …

Saturday, March 12, 2005

Postitive Things

El día de ayer llevaba una fecha muy negra ... estoy de mal humor. El luto no es algo que se planee, es algo que se padece. Y aunque me siento culpable e hipócrita, se que debo sacar la cabeza y volver a mi normalidad ... Sintiéndome algo traidora, eso sí.

Intento pensar en cosas positivas, pero acabo dándole vueltas a lo mismo ... Se me ha ocurrido ponerme a jugar con Google y he descubierto algo curioso ...

Ofrece 13.600.000 entradas cuando buscas la palabra "Amor", a mucha diferencia de la palabra "Odio" de la que ofrece 1.860.000. Eso me pareció un dato positivo. Algo que añadir a mi lista de razones para conservar la fe en la raza humana ... (No intentéis hacer una lista de ese tipo ... es un ejercicio bastante deprimente ...)

Algo más animada por esos primeros y efímeros datos ... me dispongo a seguir con el pequeño experimento y busco la palabra "Amigo" con 18.600.000 entradas, contra las 669.000 que me ofrece la de "Enemigo". A estas alturas ya he suspirado por lo menos una vez y empiezo a dislumbrar ciertos tonos rosa chicle en el ambiente.

Continúo. "Aprecio": 379.000 entradas (menos de las que esperaba según mi idea de que, por pura regla de tres, aprecias a mucha más gente de la que amas ...) ; "Desprecio" :¿402.000?
Evidentemente, en una fracción de segundo, vuelvo a pensar que estos datos son la estadística menos fiable que a cualquiera se le pordría ocurrir ... en realidad, no conozco a nadie que haga semejante tontería con el Google en sus ratos muertos. Claro que no pienso justificarme porque yo, antes de acabar haciendo esto, leía un Blog que me me gustaba bastante ... pero lo cerraron "por cansancio y confusión", así que me tomo esto como una especie de impás.

Y sigo. "Unión" 96.500.000 ; "Separación" 1.020.000 ... Bien, eso querrá decir que por lo general, se prefiere mantener las cosas juntas, que separadas ... No, ya se que no, pero cada uno elige la forma en la que se inyecta positivismo y esta es la mía de hoy .... Podría haberme metido en el ascensor cargando la mountain bike a la espalda, pedalear hasta un parque con niños ... observarlos sonriente con mi botella de agua en la mano, pensando que "ellos son el futuro" y acabar viendo como Antoñito quiere sacarle un ojo a Daniel con el palo de un chupa-chup .... Imagen bastante evidente, creo yo, de que somos lo que somos y lo seremos durante generaciones ... y en este caso, me veo separando a estos dos mocosos, antes de que acaben haciéndose daño .... francamente, hoy prefiero engañarme a mi misma mediante el Google.

La "Guerra" con sus 13.200.000 frente a las 1.600.000 entradas de la "Paz", era algo que a estas alturas ya me esperaba ... pero lo utilizo en mi favor diciéndome que esa elevada diferencia no se debe a que la gente se interese más por la guerra ... es que la gente, evidentemente , "Desprecia" la "Guerra". Combinando cifras a mi antojo ... esto vuelve a ir bien ...

Y es que el "Todo" (45.300.000) por relativo que sea, siempre será mejor que la "Nada" (16.300.000) .