Sunday, March 27, 2005

Friendly Post

Ayer estaba yo de visita en casa de un artista. Quedamos en que escribiría sobre él y que le enviaría lo que escribiera … ¿pero por qué me dejé atrapar en eso? …. Le dije que hablaría sobre su casa y sobre las manzanas y las caras y las enigmáticas hileras de gente que guarda cola en sus pinturas al óleo.

Escribir sobre un artista es como escribir sobre los hijos de alguien. Siempre es un tema delicado. Él ya sabe que no me gustan la mayoría de las esculturas que vi en su estudio… eso es fácil decírselo, pero contárselo a otros … y es que no me gusta cuando ese hombre intenta retratar aquello que no comparte de la vida, me gusta sólo cuando se funde con ella y se integra como una pieza más en su extensión. Me gusta su estricta y concreta forma de ser abstracto. Me gusta entender todo lo que hace cuando no sucumbe al academicismo ante el que se reveló en su día. Me gusta el desparpajo y la rebelión, me gusta el toque de bohemio descarado y añejo con el que vive su vida, me gusta que esté enfadado con los hombres y que tenga una imagen tan global y cercana del cosmos, que se sienta tan grande como para mirarlo de frente y tan pequeño como para revelarse ante casi todos sus colegas de profesión. Me gusta su gorrito de lana roja y sólo me gusta cuando habla su idioma natal porque las otras lenguas, las habla con un acento falso y precocinado.

Amigo, esas columnas tuyas son gaudinianas y te lo demuestro cuando quieras, y que unos catalanes te arrebataran la dirección del centro de arte contemporáneo, no significa que tus sueños de formas, no hablen de un modernismo del que he mamado desde que empecé a andar. A mi no me lo cuentes, a mi píntamelo, o escúlpemelo pero no me lo razones desde el agravio, porque no podrás convencerme de que lo que veo, no es lo que ya conozco. Y a esos niveles, sólo te hablaré de fútbol pero no de arte, no seas crío.

Cuando caminaba por tu jardín me decías que con tanto viento, era como si no hubiera bajado de la moto y yo te dije que incluso podríamos tragarnos todavía algún mosquito… y sí, ¿a quién no se le ha metido alguna vez un bicho en el ojo?. Te encuentras en un segundo manoteando histéricamente para sacarlo en un acto reflejo con tintes nerviosos como si esa cosa diminuta pudiera acarrearte un gran problema y olvidando que puedes matarlo de un simple parpadeo … como tú cuando te diste cuenta de que la espina del pez al que me refería yo, no era esa escultura que a ti te gusta si no a 5 cm2. que pintaste sin poner atención (olvidaste que te dije quien era yo)… ¿acaso no te define mucho más aquello que simplemente surge espontáneamente? Ahí te vi algo azorado … Tendrías que haberte visto… “lo hice sin pensar, ya ni me acuerdo de esos cinco minutos” ¿es lo mejor que se te ocurrió decirme?… está bien, pero me los dejaste ahí delante y yo los encontré ¿qué quieres que te diga? Si me metí en tu ojo, no me lo tengas en cuenta. ¿Cómo escribir algo de alguien que me toma tan en serio? Si sólo soy un mosquito!! Y si querías saber de que clase, deberías preguntármelo en vez de andar imaginándolo … es tan fácil como eso. Ahora déjame, que tengo que escribir sobre alguien que no sabe parpadear.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home